- Gene Simmons disfruta de su estadía en la capital, alabó la belleza de las mujeres y Macchu Picchu antes del show de Rock And Roll All Stars que se realizará mañana en el Jockey Club.
- Gene Simmons, el hombre fuerte de la banda Kiss, creía que se había deshecho de los periodistas tras la conferencia de prensa que ofreció ayer por la noche en uno de los salones del hotel Westin... y se dirigía al Bar Obar para tomarse un trago junto a Sebastian Bach, de Skid Row, sin saber que se toparía con nosotros por azar del destino.
- Minutos antes, había respondido –como de seguro estaba acostumbrado a hacer–decenas de preguntas sobre el show que ofrecerá mañana en el Jockey Club como parte de la gira de Rock and Roll All Stars que lo reúne con Matt Sorum, Billy Duff, Duff McKaggan, Glenn Hughes, Mike Inez, Steve Stevens y Joe Eliott en un mismo escenario. Mandó saludos (¡Hola, Lima, Perú!), alabó a nuestras mujeres (¡guapas girls!) y nuestra milenaria historia, se acordó de Machu Picchu y hasta alabó el café servido durante su estancia.
- Y ahí estaba, con ganas de relajarse con unos cuantos tragos, pero al ver a los pocos fotógrafos y redactores que se habían quedado en el hotel, no supo qué hacer. Los huéspedes se percataron de su presencia y se le acercaron tratando de burlar los robustos brazos de sus ‘gorilas’, pero Gene se daba tiempo para posar con algunas damas que le pedían, en inglés masticado, ser retratadas a su lado. El bajista de Kiss ya quería tomar aire fresco y cruzó la puerta que lo llevaba a la terraza.
- Minutos antes, sentado con un micrófono al lado junto a sus compañeros de gira, prometió volver al Perú con Kiss, pues aseguró estaba preparando un nuevo material con la banda. Tres lugares más a la izquierda Joe Elliott señalaba que todos habían dejado su ego de lado para trabajar juntos momentáneamente lejos de sus bandas. Sebastian Bach mostraba su alegría por la nueva era que vivía Van Halen, y Matt Sorum se negó a contestar a la prensa cualquier pregunta relacionada con Guns N’ Roses.
- Una vez en la terraza del hotel, Gene Simmons oyó una ovación quince metros más abajo. Se asomó por la baranda y vio a media centena de fanáticos que de seguro lo esperaban por varias horas de pie. Junto a Bach alzó la mano y retrocedió pues le llamaron más la atención las bellas mujeres enfundadas en vestidos ajustados, que bebían unos tragos allí.
- Minutos antes antes, los integrantes de Rock and Roll All Stars señalaban que el show de mañana será una celebración a la vida y que esta gira es como una eterna luna de miel pues la química surge naturalmente entre ellos, mientras Billy Duffy, de The Cult, escribía en un papel ‘El Culto: Choice of weapon’, para mostrarlo a la prensa.
- Y allí estaba Gene Simmons, el demonio, sin el maquillaje, indeciso de afrontar a los fans tras dejar a las bellas damas. Da un paso y se le abalanzan una decena de manos con papeles y lapiceros suplicando un garabato. Este humillde redactor le extiende su block de notas y le pide que se lo dedique a su nombre. Simmons toma la libreta, escribe una dedicatoria y la entrega antes de que sus ‘gorilas’ hagan su trabajo de espantar a los extraños y agradece antes de recibir las gracias de los fanáticos. La fama y la humildad pueden coexistir en un solo hombre: Gene Simmons.
http://www.larepublica.pe/26-04-2012/rock-and-roll-all-stars-las-leyendas-del-rock-ya-estan-en-lima
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