- Del hard rock al country, del pop al jazz, de la electrónica al hip hop, del folk al blues, la verdadera medida y el valor de la música reside en si tiene éxito conectando con el oyente. De esa forma, toda la música que apele a esa vena emocional es música soul. Durante más de 40 años, como cantante principal y frontman de Kiss, Paul Stanley ha cumplido esa promesa, insuflando el hard rock atómico y emotivo marca del grupo con pasión, chulería y, sí, soul. Escucha el mordisco vocal inspirado en James Brown que alimenta ‘Anything For My Baby’ del álbum de Kiss de 1975 ‘Dressed To Kill’, o ‘Got To Choose’, con su riff inspirado en ‘Ninety-Nine And A Half (Won’t Do)’ de Wilson Picket o el sabor soul pop de ‘Easy As It Seems’, del ‘Unmasked’ de 1980, unos pocos ejemplos de la gozosa inmersión de Stanley en los letreros sonoros del soul y rhythm and blues clásico.
- “Lo que se cuela como rhythm and blues hoy en día es normalmente un ordenador y una máquina de ritmos” Paul Stanley
- Más allá de KISS, el miembro del Rock & Roll Hall Of Fame ha introducido un nuevo y excitante proyecto musical, Paul Stanley’s Soul Station, que se lanzó con su concierto de presentación en el Roxy Theatre de Los Angeles el pasado mes de septiembre. Para la ocasión estuvo apoyado por un imponente conjunto de 10 piezas con Rafael “Hoffa” Moreira (guitarra y coros), Sean Hurley (bajo), Alex Alessandroni (teclados), Ely Rise (teclados), Eric Singer (batería y coros), Ramon Yslas (percusión), Jon Papenbrook (viento metal), Nelson Beato (coros), Crystal Starr (coros) y Laurhan Beato (coros). Paul Stanley’s Soul Station ofrece un vibrante tributo a la música rhythm and blues soul más sublime de los sesenta y setenta con un rico repertorio extraído de Smokey Robinson & The Miracles, The Temptations, Al Green, The Stylistics, The Spinners y Blue Magic, entre otros. Este redactor presenció el debut en el Roxy y fue testigo de que tanto artista banda como público estaban igualmente involucrados en el optimista y trascendente poder de la atemporal música soul rhythm and blues. Recientemente nos sentamos con Paul para una sincera conversación tocando todo lo que tiene que ver con el soul.
- ¿Cuándo te vino a la mente por primera vez la idea para Soul Station? Bueno, mis raíces son mucho más amplias y variadas de lo que alguna gente pueda darse cuenta. Esto es curioso; estuve tomando té con Jimmy Page en Londres y estuvimos hablando sobre esto. Yo le dije: “Antes de que viese a Zeppelin o The Who o cualquiera de esas bandas, vi a Otis Redding. Vi a Solomon Burke. A The Temptations. Así que es básicamente parte de mi ADN”. El soul de Motown y Philly, de Stax y Volt, toda esa música es en realidad y desafortunadamente demasiado nostálgica en este momento y se ha usado demasiado para loops y samples en lugar de escuchar una gran canción. Lo que falta tanto hoy en día son grandes actuaciones en directo de ese material. Lo que se cuela como rhythm and blues hoy en día es normalmente un ordenador y una máquina de ritmos. Durante un tiempo pensé sobre eso y tuve una oportunidad hace algunos años de montar algo que era, en esencia, Soul Station. Hicimos un par de conciertos privados y nos miramos los unos a los otros diciendo: “¿Por qué no hacemos más de esto?”. Es genial que eso venga de gente que no solo está siendo demandada sino que trabaja todo el tiempo con Stevie Wonder o Smokey (Robinson) o Pink o John Mayer. Estos son músicos de la verdadera crème de la crème, pero todo el mundo tiene la misma pasión por esta música. Para poder recrearla, no de una forma estéril sino con la misma pasión e intensidad con que fue hecha es algo que todos sentimos muy de cerca.
- Hay un atractivo atemporal hacia la mayoría de esta música, ¿serías capaz de decir por qué? La buena música siempre da en el clavo porque conecta contigo emocionalmente, y quizás tú no siempre sabes por qué una melodía puede hacer eso, una letra puede hacer eso. Es fantástico pensar en la vitalidad y la pasión de la gente que escribió esas canciones. Es extraño pensar en un Smokey Robinson en los guetos de Detroit siendo niño y que se le ocurra la letra “Igual que hizo Pagliacci, trato de mantener mi angustia oculta”, que es de la canción ‘Tears Of A Clown’. Pagliacci es un grande italiano de la ópera, y que cualquiera sepa eso más allá de los aficionados a la ópera, dice mucho de lo profundos que eran estos músicos. Así que yo descubrí que mucha de esa música era la voz de la América joven y que no distinguía color. Tenías a Kenny Gamble y Leon Huff en Filadelfia sacando a The Stylistics, The O’Jays, The Spinners. Ellos hicieron un álbum fantástico de versiones de Labelle con Laura Nyro. Éste es el tipo de material que el público, al escuchar el título de una canción, dice “ésa no me es familiar”, pero tan pronto empieza la canción la cantas, porque conoces estas canciones y ellas sacan eso de ti. Me flipó tener el Roxy a tope cantando todos esos temas, y no porque les hubiera pedido que fuesen, sino porque ellos quisieron […]
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